El distanciamiento social en espacios gastronómicos, extrema higiene de los insumos, buena circulación del aire, entre muchas otras cosas, es lo que hoy buscan los consumidores pos-pandemia en los establecimientos que desean visitar, ya que esto juega un importante papel en la decisión de compra.
Por ello, es necesario renovar y adaptar los espacios de los establecimientos gastronómicos, para generar una confianza en el nuevo comensal y ayudar a crecer las oportunidades del negocio en el mercado.
Espacios renovados
La gran transformación y/o renovación de las zonas gastronómicas se visibiliza mayormente en áreas como:
La cocina
El cliente quiere presenciar cómo se prepara su comida, esto con el fin de tener confianza en la higiene con la que manejan los productos. Por esta razón se debe buscar abrir cada vez más las cocinas y dar opciones, por ejemplo, de mesas frente a la parrilla.
División de baños
Una buena práctica es separar los baños de los comensales y los de los colaboradores, ya que se requieren espacios especializados de acuerdo a las actividades de cada uno.
Los clientes requieren espacios de higiene básica de manos y desinfección. Al contrario de los colaboradores, los cuales deben contar con un espacio para ponerse el uniforme y elementos de higiene extras. Además, es importante que cuenten con lavamanos cerca de la cocina para maximizar la higiene.
Asimismo, será necesario que el contacto con objetos como las puertas se disminuya al máximo, por lo cual, usar mecanismo de apertura con pies y codos es clave.
Zonas de desinfección de insumos
Se debe hacer una gran división entre las áreas de lavado de insumos para la cocina y lavado de manos, esto con el fin de disminuir al máximo las posibilidades de contaminación de los alimentos que se encuentran en estas zonas.
Barras de buffet y vitrinas
Debido a las nuevas normativas de higiene, este tipo de zonas ahora solo debe ser manejadas por el personal del establecimiento, esto para evitar la contaminación cruzada debido a la gran afluencia de personas en un mismo espacio.
Asimismo, los vidrios divisores incrementan su importancia dentro de estas zonas para garantizar una total higiene de los alimentos.
Reinvención de los objetos compartidos
Insumos como los servilleteros, condimenteros, entre otros, se deben repensar, ya que estos no garantizan una total higiene y por ende generan desconfianza en el consumidor. Replantear el uso de estos objetos lo ayudará a generar un espacio bioseguro para sus clientes.
Otros cambios relevantes en la nueva normalidad
Ante la nueva normalidad, los espacios deben transformarse de acuerdo a los requerimientos de los clientes pos-pandemia y a las nuevas normativas de bioseguridad, entre las adaptaciones más relevantes están:
- No usar superficies porosas, pues dificultan los procesos de limpieza.
- Todos los materiales que se elijan deben ser de grado alimenticio: van desde cerámicas y cuarzos, hasta algunas maderas, plastificados y melaminas.
- En las áreas comunes, las superficies que la gente toca o donde llega a recargarse, deben ser lavables y pasar a considerarse de grado alimenticio.
- Si se habla de tapicería y alfombra también las hay de grado alimenticio, con la mayor calidad limpieza y durabilidad. Soportan el lavado constante e incluso los procesos de desinfección con cloro, sin cambiar su color.
- Ventilación. Aquí una condicionante muy importante está en los filtros para el aire acondicionado. Recircular el aire del local está contraindicado, así que hay que analizar opciones para tomar el aire de fuera y traerlo al interior.
Fuente: Revista La Barra